Año tras año
las heladas han causado a los productores de papa, cebolla, arveja, frijol,
maíz, entre otros. Pérdidas considerables en la producción, convirtiéndose en
un efecto dominó que rebota en la cadena de suministro con incrementos que
pueden llegar entre el 50% o 60% que a su vez recae en el consumidor final.
Luis Fernando
Paipilla, presidente nacional del gremio expresó:
“Si bien las heladas son un fenómeno climático de todos los años, realmente no
se ha establecido un plan de contingencia para que se ataquen realmente los problemas de fondo frente a las heladas
que se presentan y causan altos costos en pérdidas a los agricultores del
país.”
Agregando el
dirigente: “Al tiempo que los agricultores pierden su producción, también los
bancos como el Agrario caen sobre los agricultores para exigir el pago de sus
obligaciones sin tener en cuenta las afectaciones graves en los cultivos y cero
venta de productos, sin contar con los altos costos de las tasas de interés”.
Desde
Dignidad Agropecuaria es necesario que en conjunto con el Fondo para el
financiamiento del sector agropecuario – FINAGRO y el Ministerio de Agricultura
y Desarrollo Rural se busque la manera de ayudar a los agricultores para que de
forma temprana y efectiva se construyan soluciones y evitar los impactos
impositivos a la economía del productor y en general de los colombianos en la
canasta familiar.
En tal sentido, se propone el acompañamiento en la reestructuración de deudas con una tasa favorable para los campesinos y agricultores teniendo en cuenta que la tasa de interés de hoy es una de las más altas por cuenta de la inflación que ha llegado a unos máximos históricos. Asimismo, en materia de desarrollo rural educar a los campesinos en nuevas tecnologías y la posible entrega de maquinaria que permita almacenar y por tanto preservar los cultivos y la tierra del campesino.
Muchos de los
programas dirigidos a los campesinos son en su mayoría con información
imprecisa porque no se consulta a quienes están en terreno, esto hace que sean
proyectos poco eficientes y que además no cubren las necesidades reales con
acciones que prevengan o mitiguen las afectaciones tanto en la pérdida de producción
por las heladas como los altos costos que deben enfrentar por los créditos que
tienen los campesinos para inyectar en los cultivos y demás labores productivas
del campo. Por ello, es necesario que esta población sea parte activa de las
políticas públicas y decisiones de Gobierno.
"Para
tener mejores resultados en el campo no es necesario la generación de una
cantidad de proyectos sino se tiene a los agricultor en cuenta; lo importante aquí es que el Gobierno Nacional
cambie la corbata y los tacones por las botas y se encuentren soluciones
que empoderen al campesinado colombiano dentro de los proyectos y sean
escuchadas sus propuestas sobre la solución a sus problemáticas”, dijo Luis
Fernando Paipilla, presidente nacional de Dignidad Agropecuaria Colombiana.
El Gobierno
ha dado un paso favorable en cuanto a los acuerdos entre Minagricultura y el
Ministerio de Alemania para capacitar a los campesinos en la transformación
productiva y exportación de los productos, si bien son positivas este tipo de
iniciativas es necesaria la educación a los campesinos en el proceso de
industrialización de sus actividades.
Acerca de:
Dignidad Agropecuaria Colombiana agrupa a las diferentes dignidades
agropecuarias del país que luchan por la defensa de la soberanía alimentaria de
Colombia y derechos de todos los actores del campo.
Fuente: @PrensaMabel
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